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Su hijo la llevó por primera vez al estadio y terminó con lesiones en la cabeza

Hubo un tiempo en el que ir al estadio Metropolitano era un plan para compartir en familia. Hoy se ha convertido en una tortura para quienes desean ir con sus seres queridos, ya que el escenario es controlado por las barras bravas y los vándalos.

Así le pasó a Éber Otero, un fanático ‘tiburón’ que fue el domingo al escenario de la Ciudadela 20 de Julio en compañía de su mamá, a la que incluso le compró una camiseta de Junior para que disfrutara del partido contra América.

Todo iba bien hasta que durante la celebración del primer gol de Chará le cayó una lata desde el segundo piso de la tribuna Oriental. Ellos se encontraban en la planta baja y el impacto de la lata le abrió la cabeza a la mujer, por lo que fue necesario que la Cruz Roja le controlara la sangre y la retirara de las graderías.

«Era la primera vez que ella iba al Metro, pero La Banda de los Kuervos le dañaron la experiencia. Tiraron una lata de cerveza y le partieron la cabeza», relató Éber en sus redes sociales, quien se quejó, al igual que muchos aficionados, de la falta de autoridad de la Policía dentro del estadio.

Antes del cotejo, barristas de Junior le propinaron una brutal golpiza a un aficionado, en la parte exterior del estadio Metropolitano. Ir a fútbol se ha vuelto una guerra.