lorena
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha levantado una voz enérgica frente a los obstáculos que impiden resolver la crisis del agua en La Guajira. Durante un evento de entrega de una planta potabilizadora en el marco del proyecto ‘Misión La Guajira’, Petro denunció los problemas que han plagado los esfuerzos por implementar soluciones efectivas en la región. La compra fallida de 40 carrotanques destinados al transporte de agua potable se convirtió en el epicentro de la controversia, marcada por problemas operativos, sobrecostos y acusaciones de corrupción.
El mandatario no titubeó en señalar posibles intereses políticos detrás de la oposición a resolver el problema del agua en La Guajira, sugiriendo que ciertas élites en el poder podrían estar bloqueando los esfuerzos de democratización del recurso hídrico. Además, destacó la importancia de combatir la corrupción que podría estar desviando fondos públicos destinados a este fin. Petro también aprovechó para distanciar a su gobierno de cualquier asociación con actos ilícitos, reiterando que las acusaciones de corrupción se remontan a períodos anteriores a su mandato.
Sin embargo, el presidente reconoció su responsabilidad en el nombramiento de Olmedo López, exdirector de la UNGRD, quien estuvo envuelto en la polémica de los carrotanques. Afirmó que la situación se trató de una transferencia ilegal de fondos destinados a víctimas de tragedias hacia campañas electorales adversas a su gobierno, sugiriendo un presunto plan en su contra. En medio de estas revelaciones, la atención se centra en las acciones que tomará el gobierno para garantizar la transparencia en el manejo de los recursos y avanzar en la solución del problema del agua en La Guajira, una urgencia que afecta directamente a miles de personas en la región.