Los Países Bajos se han convertido en un pequeño mundo ideal para muchos con su increíble calidad de vida, avances y progresos que lo ponen entre la lista de países de ejemplo a seguir.
Especialmente por una característica en específico que lo ha convertido en el centro de atención en el mundo: La increíble crisis de presos que han obligado a cerrar las cárceles. Contrariamente a la tendencia observada en muchos países latinoamericanos y del mundo, los Países Bajos han reducido considerablemente su población carcelaria, al punto de que esperan que pronto dejen de existir presos.
Por lo que cerrar las cárceles se ha convertido en la mejor alternativa de una política revolucionaria para la seguridad del país: Menos cárceles, menos delitos. Además de que gracias a la falta de presos, han encontrado un uso muy llamativo para las cárceles y que está marcando una nueva tendencia que todos quieren seguir.
Este fenómeno de la falta de presos, ha llegado al punto de que Países Bajos decidió alquilar las celdas vacías a países vecinos como Bélgica.