Jhonatan CampoUna inusual historia, es la de Tee Bartlett, una joven de el Valle de Hunter, Australia, pensaba que lo más común era utilizar dos tampones al mismo tiempo.
Para ella, todas las mujeres tenían dos aberturas vaginales. Así había vivido toda su vida y nunca nada en su cotidianidad le había despertado el pensamiento de que no era al mismo tiempo. Para ella, todas las mujeres tenían dos aberturas vaginales. Así había vivido toda su vida y nunca nada en su cotidianidad le había despertado el pensamiento de que no era así.
La joven, ahora de 24 años, todavía recuerda la mirada atónita de su madre cuando por fin se armó de valor para preguntarle cómo usar el tampón. “Es que por aquel entonces, no me comunicaba con mi madre sobre temas incómodos”, dijo Tee. “Mamá me miró como anonadada. Al principio, dijo que no había dos agujeros y discutimos un poco, y yo me puse a la defensiva”.
La madre, alarmada por la consulta de su hija, ambas fueron de visita urgente al médico. Llegar a un diagnóstico no fue fácil. Esa primera visita al médico fue algo traumática. “Me hicieron sentir como una loca”, contó recién después de dos consultas fallidas, una tercera la remitió a un ginecólogo, quien le confirmó que tenía dos aberturas vaginales.
El especialista le advirtió que su doble vagina probablemente dificultaría las relaciones sexuales y el parto, y podría ser peligroso, por lo que se sometió a una operación para extirpar el tabique a los 17 años. Sin embargo, desde que compartió su experiencia en las redes sociales, reveló que muchas mujeres se contactaron con ella para contarle que están pasando por una situación similar. “Lo más loco de publicar esto es la cantidad de chicas que han comentado que tienen problemas similares. No se daban cuenta de que no era normal”, dijo la joven.
“Me alegro de no ser la única persona. Sinceramente, durante un tiempo pensé que tal vez era una idiota por no darme cuenta de que no debías tener dos aberturas ahí abajo”, finalizó la chica al contar su experiencia.