Hace unos meses el mundo se sorprendió con el desarrollo de las primeras vacunas de ARN mensajero (ARNm), los biológicos correspondientes a las farmacéuticas Pfizer y Moderna, contra el virus COVID-19. Sin embargo, ahora, India acaba de aprobar la primera vacuna de ADN: la ZyCoV-D desarrollada por la farmacéutica Zydus Cadilla, que además, requiere la utilización de jeringas más cortas, siendo esta más estable y abriendo nuevas puertas para la ciencia en la actualidad.
¿Pero por qué pensar en una vacuna de ADN cuando existen las de ARNm que parecen empezar el proceso unos pasos más adelante? El ADN cuenta con mayor estabilidad que el ARN, por lo que no son necesarios requisitos de almacenamiento tan estrictos, como una temperatura extremadamente baja, clave para la distribución de la vacuna.
Cabe resaltar que, en la actualidad, según la OMS, además de la ZyCoV-D, hay 10 vacunas más de ADN en ensayos clínicos para combatir el coronavirus. Las dos más adelantadas son la INO-2800 de Inovio de Estados Unidos y la AG0302-COVID19 de Japón, ambas, en fase 2/3.