Un delincuente que entró a robar a una iglesia fue descubierto por el sacerdote al quedarse dormido con el botín en las manos. El hecho se presentó en la Catedral de Orán, en la provincia argentina de Salta.
El curioso caso fue confirmado a medios locales por el sacerdote Carlos Subelza, quien es párroco de este templo, y relató que las puertas del templo se encontraban abiertas, forzadas y las cosas revueltas, por lo que significó una señal de alarma para ingresar con precaución.
Sin embargo, fue fácil identificar el ladrón, puesto que se encontraba descansando. Hasta el momento, se cree que el delincuente era un hombre con adicción a las drogas que buscaba elementos para hurtar y se encontraba bajo los efectos alucinógenos. Finalmente, las autoridades retuvieron a la persona.