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El Gobierno francés despliega 2.000 agentes por disturbios y vandalismo

Información y Foto de EFE

 


El Gobierno francés va a desplegar 2.000 policías y gendarmes en ciudades de la periferia de París para evitar que se reproduzcan los disturbios registrados esta pasada noche tras la muerte de un menor de 17 años por disparos de la policía cuando intentó darse a la fuga con un coche.

Las fuerzas del orden francesas han detenido a 24 personas por participar en los altercados, en los que incendiaron más de cuarenta vehículos, un edificio del Ayuntamiento de Mantes la Jolie e hirieron a 24 antidisturbios, según una declaración del ministro del Interior.

En esa comparecencia ante los medios, Gérald Darmanin ha hecho un “llamamiento a la calma” antes de anunciar el dispositivo policial y de asegurar que se conocerá toda la verdad sobre los hechos que están en el origen de los altercados, que calificó de “drama”.

El desencadeante de los disturbios ha sido la muerte de Naël, un joven negro de 17 años con antecedentes que conducía sin carné y que, después de ser detenido por una pareja de policías, trató de escapar con el vehículo y recibió un tiro mortal.

Investigación por homicidio

Un vídeo de los hechos grabado por un testigo a distancia muestra cómo uno de los agentes, un brigadier de 38 años, apuntaba directamente al menor con su arma junto a la ventanilla del conductor mientras el otro hablaba con él en ese mismo lado.

El disparo se produjo en el momento en que el coche aceleraba, sin amenazar directamente la integridad de los policías, que sin embargo fue lo que alegaron en un primer momento el policía autor del tiro, que se encuentra detenido, y su colega.

La Justicia ha abierto dos investigaciones, una por homicidio voluntario cometido por una persona depositaria de la autoridad pública, que concierne directamente la responsabilidad de ese brigadier.

La segunda, por saltarse un control policial , referida al comportamiento del joven fallecido.

Este procedimiento ha provocado la indignación de la familia de la víctima, por boca de la abogada Jennifer Cambla, recordó que en Francia no se puede juzgar a un muerto.