En la mañana del jueves 3 de abril, se registraron disturbios en el centro de Bogotá debido a protestas de comunidades indígenas. Aproximadamente 30 manifestantes bloquearon la vía en la intersección de la Avenida Jiménez con Carrera Décima, lo que afectó la movilidad en la zona.
Según las autoridades, algunos participantes vandalizaron buses de TransMilenio y el SITP. César Restrepo, secretario de Seguridad de Bogotá, afirmó en una entrevista que estas acciones constituyen una agresión contra la infraestructura de la ciudad y calificó a los manifestantes como «agresivos y destructores».
Por otro lado, Jhon Almendro, gobernador suplente del resguardo indígena La María, negó que se haya atentado contra la ciudadanía y aseguró que el único objetivo de la protesta es ser escuchados por el Gobierno Nacional.
Tras la intervención de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO), los manifestantes se replegaron hacia la Plaza de Bolívar, permitiendo la normalización del tránsito en la Carrera 10.