Armando Ruiz
Una talentosa bailarina de once años viene desde hace varios años luchando contra una dolorosa afección en la que su piel se inflama, se seca, se le forman grietas en varias zonas de su cuerpo y se le desprende. Summah Williams padece de eccema y de una inusual y severa alergia a sus propias lágrimas y sudor, lo cual le ocasiona un dolor insoportable y brotes terribles en todo el cuerpo.
“Es desgarrador porque le encanta bailar. Cuando mira a todos sus otros amigos del baile, se enoja y pregunta: ‘¿Por qué no puedo tener la piel como ellos?’ Es desgarrador», expresó su madre, Karyn Zimny, profundamente conmovida por el padecimiento de su hija.
La menor es sometida constantemente a que se aplique inyecciones de una sustancia llamada Dupixent que le alivia los dolores. Sin embargo cuando surgen nuevos brotes el dolor es insoportable. Esta enfermedad no solo afecta a la niña en mención sino a varios otros menores en Autralia.
Este país de Oceanía enfrenta la tasa más alta de niños que padecen de esta afección. Sin embargo, el calor es un agravante para que el dolor aumente y sea excesivo. Además el 30 por ciento de los niños y el 10 por ciento de los adultos tienden a sufrir de eccema