«¡Corran, zurdos de mierda!», grita una voz femenina desde una ventana del barrio de Barracas en Buenos Aires. El ministro de Economía, Sergio Massa, acaba de reconocer su derrota en las elecciones presidenciales y algunos de los votantes que llevaron al triunfo al ultraderechista Javier Milei celebran haciendo gala de revanchismo.
Repiten así los eslóganes contra «el comunismo», «el socialismo», «la casta» y el «populismo», lanzados por Milei a lo largo de una campaña que se caracterizó por un discurso de odio que caló hondo en una sociedad que decidió otorgarle una contundente legitimidad del 55,6 % de los votos.
El resultado desdijo por completo el empate técnico que anticipaban las encuestas. Por eso, Massa se adelantó a la difusión de los resultados oficiales para anunciar que Milei era el nuevo presidente: le acababa de ganar con una diferencia de 11 puntos.
Las amenazas de los mileístas se propagan. «¡Tiemblen zurdos!», «¡Tengan miedo!», «¡Muerte a las feminazis!», «¡Se les terminaron los curros!», «¡Van a tener que laburar, negros de mierda!», «¡No van a poder salir a la calle!», «¡Se les terminó la joda!», son algunas de las frases que reportan desde diferentes puntos de la ciudad.