Un policía canadiense, en la ciudad de Surrey, le disparó a la colombiana Vanessa Rentería, quien estaba encerrada en su habitación y con su bebé en sus brazos. La herida fue mortal y los médicos no lograron salvarle la vida.
Vanessa era una víctima del conflicto en Colombia y su padre relató que al dispararle le cayó sangre a la niña. «Fue algo atroz», sostuvo su progenitor, quien describió a su hija como solidaria, creyente y empática. Era natal de Buenaventura.
El pasado 19 de septiembre, a las 4:40 de la madrugada, se recibió una llamada a la línea de emergencias por un altercado en la casa de Vanessa. Una prima de Vanessa dijo a el diario El Tiempo que la pareja de Vanessa fue el que llamó a las autoridades.
Según el reporte de la policía, Vanessa se había escondido en el baño. En este punto surgen muchos interrogantes: ¿qué había pasado en la casa para solicitar la presencia de los uniformados? ¿Por qué la mujer se encerró con su hija en brazos? Los vecinos afirmaron que Vanessa gritaba: «vos lo hiciste, vos lo hiciste». ¿A quién se lo decía? y ¿Qué le habían hecho?
El mismo informe de las autoridades señala que Vanessa tenía un arma en su mano y la policía se vio obligada a disparar. Aunque la mujer fue auxiliada por los organismos de emergencia, no se pudo hacer nada por salvarle la vida.