En una sesión legislativa marcada por intensas controversias y divisiones políticas, la Cámara de Representantes de Colombia aprobó la reforma pensional propuesta por el Gobierno, desatando un debate acalorado tanto dentro como fuera del recinto. La votación reveló alianzas estratégicas entre los partidos clave, como el Pacto Histórico y el Partido Liberal, que aseguraron los votos necesarios para la aprobación. Sin embargo, esta coalición también expuso fisuras internas, especialmente en el Partido Liberal, donde una parte significativa de sus miembros se opuso o prefirió abstenerse, reflejando divisiones ideológicas y estratégicas.
Por otro lado, los partidos de oposición como el Partido Conservador y Cambio Radical optaron por una estrategia de abstención total, interpretada como una forma de protesta contra la reforma y el proceso legislativo utilizado para su aprobación. Este rechazo frontal se vio acompañado por duras críticas desde el Centro Democrático, que denunció la aprobación como «tramposa» y prometió llevar el caso ante la Corte Constitucional por presuntos vicios de trámite.
En medio de estas tensiones, el Partido Alianza Verde mostró una notable división interna con votos dispersos entre apoyos, rechazos y abstenciones, lo que subraya las dificultades para alcanzar consensos dentro de una coalición fragmentada. A pesar de la aprobación en la Cámara, el futuro de la reforma pensional sigue en entredicho debido a las inminentes demandas judiciales que podrían poner en tela de juicio su validez legal.