Los ‘tiburones’ ganaron con goles de Paiva y ‘Titi’ Rodríguez.
Una bala de oxígeno. Eso fue para el técnico de Junior, César Farías, la victoria 2-1 sobre Millonarios este domingo en el estadio Metropolitano, en un partido que los rojiblancos dominaron de comienzo a fin y debieron ganar por más goles, pero por su falta de puntería tuvieron que esperar hasta el minuto 86 para respirar tranquilos.
Fue en la agonía del juego cuando Teófilo Gutiérrez recibió un toque de Charrupí en el área y -vivo como el que más- se tiró al suelo con actuación incluida. El árbitro Nolberto Ararat señaló el punto blanco y el VAR convalidó su decisión. ‘Titi’ Rodríguez, que venía de fallar un cobro contra América, ejecutó con frialdad al palo derecho de Montero, quien voló al otro lado y tuvo que sacarla del fondo.
El arquero Montero fue héroe y villano ya que tapó varias opciones claras de gol, pero ‘regaló’ el primer tanto a los ‘tiburones’ al perder un balón en el área con el paraguayo Guillermo Paiva. Quiso salir jugando, tuvo un traspié y entregó el balón al ‘guaraní’, quien definió con el arco solo.
Corría apenas el minuto 11 y Junior había entrado como una aplanadora con un movimiento estratégico del técnico Farías: ubicar a Chará en zona de recuperación, pegado a Didier Moreno, con Castrillón, Enamorado, Bacca y Paiva por delante. Parece que el venezolano por fin encontró el equipo base.
Sin embargo, Millonarios consiguió la igualdad en el minuto 22 con un penal fabricado por Leonardo Castro -especialidad de la casa-, quien se dejó caer en el área cuando Yéferson Moreno le puso las manos en la espalda. Ararat tragó entero y pitó la supuesta falta. Cobró el propio Castro y, como ha sido costumbre en su carrera, celebró frente a Junior.
Para el segundo tiempo, Farías incluyó a Teófilo Gutiérrez por Enamorado y Edwin Herrera por Yéferson Moreno. Luego, al minuto 58, Déiber Caicedo entró por Castrillón, y, al 76, ‘Titi’ Rodríguez reemplazó a Bacca. Por último, Jordan Barrera fue al terreno por el paraguayo Paiva.
Los cambios desmejoraron a Junior porque perdió intensidad con la salida de Enamorado y su juego se tornó cansino con la entrada de Teófilo, que tuvo varias entregas equivocadas. Pero, faltando cinco minutos para el final, una viveza suya le dio el triunfo a su equipo y salvó, por ahora, el pellejo de Farías.13