El papa Francisco modificó algunos ritos de los funerales de los papas. “El rito renovado, además, debía subrayar aún más que el funeral del Romano Pontífice es el de un pastor y discípulo de Cristo y no el de un poderoso hombre de este mundo”, se explica en la nueva revisión emitida por el nuevo pontífice.
Entre las novedades introducidas están la constatación de la muerte no en la habitación sino en la capilla la deposición inmediata dentro del ataúd, la exposición a los fieles sin el catafalco y la eliminación de los tradicionales tres féretros de ciprés, plomo y roble.
El papa Francisco señaló que quiere ser enterrado la basílica de Santa María la Mayor de Roma. Otra novedad “es la introducción de las indicaciones necesarias para una posible inhumación en un lugar distinto de la basílica vaticana”.
Se mantienen las llamadas “tres estaciones”, los pasos tras la muerte de un pontífice: Aunque en la primera estación se indica que la constatación de la muerte se realizará en su capilla privada, en lugar de en la habitación e inmediatamente el cuerpo se depositará en el único ataúd de madera con el interior de zinc, antes de ser trasladado directamente a la basílica.