China ha emergido como líder indiscutible en la industria solar global, superando a Estados Unidos en capacidad de generación de energía solar. Desde 2017, el país ha experimentado un impresionante crecimiento anual compuesto del 25% en su capacidad fotovoltaica instalada, marcando un hito significativo en su compromiso con las energías renovables. Este ascenso meteórico refleja una trayectoria de crecimiento sostenido, llevando a China de una capacidad solar instalada de 1,0 GW en 2010 a una asombrosa cifra de 393,0 GW en 2022.
Aunque la Unión Europea y Estados Unidos también han mostrado avances considerables en el sector solar, con una capacidad instalada de 205,5 GW y 113,0 GW respectivamente para el año 2022, es evidente que China ha liderado la marcha hacia un futuro más sostenible. Este impulso en la energía solar no solo beneficia al medio ambiente, sino que también tiene importantes implicaciones económicas y geopolíticas, posicionando a China como líder mundial en un sector crucial para el siglo XXI.
La dominación de China en la producción de paneles solares y tecnologías asociadas refleja su determinación en reducir la dependencia de los combustibles fósiles y establecerse como una potencia energética renovable.