Susana es el nombre de la primera ´trans´arrepentida de haberse sometido a procedimientos médicos para cambiar de sexo, ahora, reclama a Sanidad pública por haberle realizado la operación. A su corta edad de 15 años, fue sometida a una operación, donde le extirparon los pechos y el útero sin supervisión psiquiátrica.
Al parecer, los especialistas que habrían procedido con la cirugía no habían detectado su autismo.
Susana Domínguez, había visitado al psicólogo en 2015, el cual, dio vía libre para proceder con el tratamiento de cambio de sexo y que más tarde Sanidad pública le extirpara el útero. 6 años después, en el 2020, Domínguez volvió a visitarlo para confesarle que ambos habían cometido un grave error, puesto que el cuerpo de la joven había sido modificado de forma irreversible. Por su parte, la madre de la joven se preguntó ¿cómo se arregla eso ahora? ¿ahora qué hacemos?
La joven y su madre no habían dejado de buscar ayuda psicológica durante la trasformación, por los diferentes malestares de la joven, y tras haber tenido varios intentos de suicidio; dado que no recibieron el apoyo de un profesional de la salud durante el proceso. Al parecer, la causa de sus males, serían los rasgos del espectro autista, y que no había sido advertido por el primer profesional en atenderla.
Aquel primer profesional, en la conversación que habría tenido con Susana, le dijo, según ella narró al diario El Mundo «Llorabas y me manipulaste. Me manipulaste llorando, pero yo ya sabía que el cambio de sexo no iba a hacerte sentir mejor».
Así mismo, la joven dijo al medio, «No sólo eso. También fui a la primera psiquiatra, la que me remitió al psicólogo, dando por bueno que yo era trans. Ahora, años después, ella sólo dice: ‘Ay, pero si tú estabas muy segura, estabas muy segura’. Yo tenía 15 años. ¿Cómo me dejaron hacer eso? ¿Cómo podía estar segura de lo que quería?».
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Susana Domínguez ya no cuenta con aparato reproductor masculino ni femenino, durante años ha estado tomando hormonas masculinas y ahora, deberá tomar hormonas femeninas para regresar, si es posible, a su sexo original. Pero, es prácticamente imposible.