Armando Ruiz
Ctv Barranquilla
La tranquilidad de Villa Campestre, en Puerto Colombia, se vio perturbada el jueves en horas de la tarde, cuando una ráfaga de disparos de fusil se escuchó en buena parte de este sector en el departamento del Atlántico.
De inmediato, varios de sus habitantes comenzaron a grabar videos con sus celulares, para capturar los sonidos estremecedores de las balas que despertaron el pánico en ese punto residencial, ubicado a pocos kilómetros de Barranquilla.
Esos disparos confirmaban los peores miedos de los vecinos de Villa Campestre: un grupo de sicarios violó la seguridad de una residencia fuertemente custodiada. La contundencia de este ataque acabó con la vida de un padre y sus dos de sus hijos. Toda una masacre.
De inmediato la Policía activó el plan candado para dar con la captura de los responsables del atroz crimen, pero el intenso operativo de las autoridades no fue suficiente para capturar a los delincuentes. El comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, Jorge Urquijo Sandoval, a pocas horas de haberse ejecutado la masacre, dio a conocer que se ofrecían $100 millones para dar con la captura de los sicarios.
Las víctimas de la masacre
Como Rafael Vega Cuello, Ronald Iván Vega Daza y Ray Vega Daza, padre e hijos, fueron identificadas las personas fallecidas en este acto criminal, que ha consternado a toda la sociedad barranquillera y del Atlántico.
Rafael Vega Cuello y sus hijos eran prósperos comerciantes y personas muy reconocidas socialmente en Barranquilla. Sus ingresos provenían de una empresa de seguridad, apartamentos y locales comerciales para arrendar. También se conoce que parte de esa familia, los Daza Mejía, tienen negocios de préstamo de dinero al interés y una empresa de compraventa de vehículos.
Sin embargo, algo turbio se movía en esta prominente familia. Además de ser conocidos por sus negocios, carros, propiedades y lujos, muy en el fondo la imagen de los Vega Cuello, no era del todo transparente. Rafael Vega Cuello tenía varias anotaciones por estafa; su hijo Ronald, por lesiones personales y Ray por falsedad en documentos.
La logística de la masacre
Los criminales dedicaron buen tiempo para planear el atentado en Villa Campestre. Según versiones preliminares de las autoridades, la masacre se planeo desde hace un mes, cuando alquilaron un local comercial al lado del conjunto residencial, North Frontier y que utilizaron para verificar las entradas y salidas del inmueble. Es decir, los sujetos que ejecutaron este acto delincuencial, eran todo un grupo de profesionales.
Fuentes revelaron al Informativo CTV que la logística de la operación criminal, tuvo un valor aproximado a los $ 1.500 millones y que la orden de ejecución a los Vega provino de Venezuela. Las autoridades también determinaron que los sicarios abrieron un agujero en el techo del local comercial que arrendaron, utilizaron un dron y se hicieron pasar como obreros, con la finalidad de vigilar cómo se movían los Vega Daza dentro de la vivienda.
El día del atentado, la banda de criminales no tuvo necesidad de entrar a la vivienda. Por el mismo agujero que abrieron en el techo del local comercial, las autoridades están convencidas que fue por ese lugar donde dispararon a las tres personas que se encontraban departiendo en la terraza. Aunque los Vega también utilizaron armas para defenderse, no fue suficiente para repeler la intensidad y la fuerza de los fusiles de largo alcance.
Se maneja la versión por parte de las autoridades, que los autores del hecho habrían llegado desde el Valle del Cauca para planear y ejecutar el atentado.
La narco-fiesta
Hace menos de un año, en octubre del 2022, Colombia se sorprendió por una extravagante fiesta llena de estrellas de la música, lujosos vehículos, abundante trago y exceso de jolgorio que duró hasta altas horas de la noche. Lo que popularizó este festejo, no fue solo la cantidad de dinero que se derrochaba, sino una balacera que terminó con la vida de la persona agasajada. Se trataba de Jonathan Ospino Illera, quien celebraba su cumpleaños.
Las autoridades conectan la masacre de Villa Campestre con la narco-fiesta, pues a esta última celebración asistió Enrique Vega, pariente de los tres hombres asesinados. `Kike’ Vega, como popularmente se le conoce, es el responsable de haber disparado contra Ospino Illera. De esta forma, la Policía y la Fiscalía comienzan a hacer el engranaje criminal que conecta a estos dos atentados.
Sin embargo, esta es apenas una hipótesis que se maneja y aun no hay una declaración formal por parte del equipo de investigadores, que ya fue enviado desde la capital de la República por parte de la Fiscalía General de la Nación.
Aumento de la criminalidad
El Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, señaló que el 85% de las muertes violentas registradas en el Distrito de Barranquilla y su área metropolitana corresponden a la modalidad de sicariato, al tiempo que dijo que bandas criminales extranjeras subcontratan a las colombianas para tener presencia en este territorio.
Y es que la inseguridad en Barranquilla y su área metropolitana está desbordada. Según la Procuraduría General de la Nación en los primeros tres meses de 2023 en Barranquilla, Soledad, Malambo, Galapa y Puerto Colombia; registrando en 2021, 140 casos, mientras que en el mismo periodo de 2022, se presentaron 171 homicidios y en 2023, en el primer trimestre del año, fueron 201 casos.
Con respecto a las masacres en la capital del departamento del Atlántico y se área metropolitana, se han registrado siete de estos actos criminales hasta la fecha en los siguientes barrios: Santuario (Barranquillla) el 29 de enero; San Vicente (Soledad), el 19 de febrero; Primero de mayo (Soledad) el febrero 8;Villanueva (Barranquilla) en marzo 19; Los Almendros (Soledad) en marzo 16; Viña del Rey (Soledad), el 29 de mayo y finalmente Villa Campestre, el jueves 29 de junio.
Por: Armando Ruiz Lugo